¡OLIVIA ESTÁ FELIZ!

.mates matutinos.

Las mañanas de Olivia están teniendo otro color… Ya no es siquiera naranja, es una mezcla de colores cálidos hermosos… Mezclados con sonrisas, mates, sol, y té de diferentes sabores.

Y no es septiembre, ni es el sol, porque ayer llovía y la ví sonreír todo el día.

Algo en ella cambió. Darío tiene mucho que ver, estoy de acuerdo, pero esto es un proceso suyo.

Olivia toma mates todas las mañanas con Patty. A la distancia, mediante estas tecnologías que permiten acercar a quien está a kilómetros… Es su momento de felicidad, de arranque, de empuje, y cuando no está lo extraña…

Olivia entendió la diferencia entre “durar” y “ser”. Muchas veces por sus experiencias anteriores, creyó que las cosas debían mantenerse en el tiempo, aún rotas, aún dolorosas. Había naturalizado algo que estaba mal, pero no conocía otra cosa.

Darío ES, no dura. Él mismo lo dice todo el tiempo…


¡Qué suerte tiene Olivia, de tener gente tan maravillosa alrededor!

.Primavera.

Y de repente a Olivia no le importó más nada que su felicidad.

Se dio cuenta que sus ideas locas eran solo suyas, y que en realidad, la gente de su alrededor estaba muy feliz con sus decisiones, con verla sonreír de nuevo.
Olivia y Darío sellaron el compromiso que tenían ya hacía un tiempo. Y Olivia puede decir con extrema sinceridad, que nunca se sintió tan bien.
El amor de Darío es algo que ella nunca pensó encontrar. Lo creía utópico, de películas, de cuentos, de novelas. No creía poder merecerlo. Pero le sucedió, y le sucede, día a día, hora a hora, y es mágico.
Por si algo faltaba a todo esto, Darío tiene una hermana menor (Primavera), que es tan hermosa que Olivia siente que debe protegerla. Ilógico, irónico, porque todavía nunca se vieron en persona. Pero ya la quiere tanto como si fuera la hermanita menor que nunca tuvo…

Olivia está cansada pero contenta, está empezando a ver los resultados a sus esfuerzos, y la calma saber que todo lo malo que ha pasado, valió la pena…