.se va, se va.

Un año que se termina, y Olvia está tranquila en su pueblito natal haciendo balances.

¿Sirven los balances? Tal vez, tal vez no…

Un año nuevo que se aproxima, y éste, es sin grandes expectativas. No porque algo malo vaya a pasar, sino porque Olivia está convencida de que el año lo hace UNO.

El año 2010 fue duro, lleno de enfermedad, de dolor, y sin embargo, Olivia lo está terminando con sonrisas y de las mejores maneras posibles. En familia.

Esperando que Darío llegue para brindar con ella y coronar este, que no fue perfecto, pero fue un año hermoso.

.terceros.

Días fuertes entre Olivia y Darío.
Tal vez había que seguir ajustando tuercas para que esto sea cada vez mejor.


.
Nota del autor: Una vez alguien me dijo... el espacio de uno termina donde empieza el espacio de los demás. Extraño que gente que parece quererte no lo entienda....

.una nueva prueba.

“Hay indicada cirugía”.

Los ojos de Olivia se pusieron vidriosos y sola, no supo a quién abrazar. Automaticamente penso en él. Quería llamarlo, gritarle, abrazarlo. Pero Darío está a 600 kilómetros.

Para proteger a los demás (grave error que comete desde muy chica), Olivia se encerró en una habitación (a la que le cuesta sentir propia) a llorar. Sin consuelo. Pensó en sueros, agujas, cortes… Hasta que se calmó. Comprendió que es lo mejor. Que si su pierna lo quiere así, así será.

Ponerse en contra de la naturaleza puede ser muy peligroso y no tiene sentido.

Y tal vez así, escribiendo, y con sueños un poco turbios que interrumpen las siestas, Olivia va a empezar a aceptar lo que tiene que enfrentar.

“Y si por ahí el miedo me viene a buscar de nuevo, voy a recordar lo que cantamos una vez, mirando el cielo…”

.postal veraniega.

Olivia escribe debajo de un gran pino. Mira caer damazcos de un hermoso y enorme frutal.

¿Es ésta la verdadera paz?...

Una cirugía no estaba en sus planes… Pero parece que su pierna decide seguir poniendola a prueba…