-¿Son las doce?
-Para mí sí.
-No sé...
(voz en off, de algún extra que pasaba por ahí esa noche): -Son las doce! Feliz año! Fue un abrazo que dijo más que cualquier palabra. Fueron dos copas que chocaron con agua mineral (dos veces).
-Feliz año nuevo mi amor, no puedo creer que estés acá.
-Por vos todo princesa.
Y así, entre lágrimas y sonrisas, Olivia y Dario empezaron este 2011 juntos.
Anónimo | 8 de enero de 2011, 17:21
Que linda manera de empezar el año...
Yo tuve que hacer lo mismo, pero por teléfono.
BESOTESSSS
El Turko
Darío. | 9 de enero de 2011, 10:37
Sos la ternura hecha novia.
Era como debía ser.
Todo es como nos merecemos.
¿Te dije que te amo?