Olivia está en desorden, y le molesta, porque hasta ayer estaba en orden…
Mira como Canela (su tortuga) come lechuga… Qué cosa tan rara, Canela, vive en su mundo, adentro de su caparazón, y come tranquila, sin pensar en quien la mira.
Habría que aprender un poco de Canela. Sí, definitivamente. Hay que ser más tortuga.
//Nota del autor:
Lo maravilloso de la historia de Olivia es que cada vez tiene más seguidores, y la diferencia entre realidad y ficción cuelga de un hilo a veces imperceptible. ¿Qué de todo esto es cierto? Gracias a todos por los comentarios, hacen que esto sea, y me hace feliz.
Unknown | 9 de agosto de 2010, 20:21
a veces somos tan tortugas que no dejamos que alguien nos ayude. Eso no es tan bueno.... O sea ese caparazon q comenzamos a utilizar armadura....
yo creo q un ataque de locura olivia pinto a canela de naranja y un sector del caparazon todavia no le pudo limpiar por que ya no sale.
yo creo q queda bien el te de canela. Pero no de tortugar de canela de la planta.
creo q no quiero hablar con nadie y prefiero q me lea olvia por aca antes q poner un tururu en el coso de msjeria instantanea.
dereposta lo digo.
con cariño y dulzura....
mieles de ajo dulce.
Dario | 10 de agosto de 2010, 5:09
De vez en cuando, el viento sopla demasiado fuerte y viene con basuritas que van a parar a los ojos. Y ahí quedan dos posibilidades: o cerrar la ventana o calzarse las gafas (solo esta vez) y salir sin que importe nada..